A la hora de llevar a cabo la contabilidad de nuestra empresa, son muchos los pasos y aspectos a tener en cuenta. Lo mismo ocurre con los auditores que, en ocasiones, piden realizar una reclasificación contable o un ajuste contable a las empresas tras revisar sus cuentas.
En este post trataremos de explicarte qué es una reclasificación contable, en qué se diferencia del ajuste contable y para qué se utiliza cada una. Además, si quieres seguir profundizando en el sector, te invitamos a echar un vistazo a nuestros cursos de contabilidad y fiscalidad, para que puedas convertirte en todo un experto de la materia.
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¿Quieres saber más sobre la reclasificación contable y sus diferencias con el ajuste contable? ¡Continúa leyendo este post!
Causas que exigen un ajuste o reclasificación contable
Existen diversas causas que pueden derivar en la necesidad de llevar a cabo un ajuste o una reclasificación contable. A continuación, te mostramos algunas de las causas más comunes que se suelen dar:
- Errores: en algunas ocasiones, se producen selecciones equivocadas de cuentas y aplicaciones de valores incorrectos. Estas acciones erróneas pueden provocar que algunas cuentas presenten valores que no les corresponden, lo que ocasiona que las cuentas presenten sobrevaloraciones y subvaloraciones que tendremos que subsanar.
- Desactualización: hay momentos en los que los saldos están desactualizados por diversos motivos: por rentas que no han podido ser liquidadas en el período establecido, gastos que se han pagado de manera anticipada o que se van a efectuar con retraso, en el caso de existencia de cuentas incobrables… En todas estas situaciones, puede producirse una desactualización de los datos que debemos detectar y solucionar.
- Omisión: esta causa se produce cuando hay una falta de registro de las operaciones efectuadas, que no aparecen en el sistema contable. Esta situación provocará que las cuentas presenten saldos incompletos.
- Uso indebido: hay ocasiones en las que se presentan desfases (faltantes) entre la presencia física de los recursos y los saldos contables, que puede deberse a abusos o excesos de confianza en las estadías de dinero o bienes, entre otras cosas. Al igual que en los anteriores casos, será necesario recurrir a un ajuste o reclasificación contable para que todo quede en orden y correctamente reflejado en los balances y cuentas de la empresa.
¿Qué son las reclasificaciones contables?
Hacer una reclasificación de las cuentas es necesario cuando el saldo final de dichas cuentas no representa su naturaleza, por lo que debe ser reclasificada a una cuenta que sí corresponda para evitar los saldos negativos.
Consiste, por tanto, en que el saldo de la cuenta a reclasificar se traslade a otra cuenta de tal forma que la presentación de los estados financieros y la información contable sean lo más adecuadas posible y sin errores.

Como hemos comentado, la necesidad de hacer estas reclasificaciones contables surge cuando el saldo de la cuenta es contrario a su naturaleza, lo que significa que su saldo es negativo.
Las reclasificaciones contables no implican un efecto en los resultados, sino que tan solo suponen un traslado de una cuenta a otra cuando estas sean de activo, pasivo o patrimonio. Como veremos más adelante, esta es la principal diferencia entre ajustes y reclasificaciones contables. Por tanto, las reclasificaciones contables suelen darse como consecuencia a una corrección de errores o, incluso, a un cambio de criterio contable sin que dicha operación afecte a los resultados.
Un ejemplo de reclasificación contable podría ser el caso en el que, al revisar la contabilidad, detectemos que tenemos deudas a largo plazo a las que tendremos que hacer frente en el ejercicio siguiente. En este caso, tendremos que reclasificar dichas deudas como deudas a corto plazo indicando única y exclusivamente la cuantía que tengamos que abonar en dicho ejercicio. Lo mismo ocurrirá, por ejemplo, en el caso de los créditos pendientes de cobro.
Por último, cabe destacar que la reclasificación contable de una cuenta puede darse por diversos motivos: cambios de una norma, errores al inicio en las aperturas de las cuentas, etc.
¿Qué son los ajustes contables?
Un ajuste, a diferencia de la reclasificación contable, sí implica el reconocimiento de hechos económicos que generan cambios en los resultados. Es decir, mientras que las reclasificaciones no afectan a los resultados, los ajustes contables sí.
El ajuste contable se trata, por tanto, de un asiento contable que se propone para corregir la contabilidad y que dará lugar a modificaciones de pasivo y/o activo o, incluso, de las cuentas de resultados.
La principal característica de los ajustes contables es que implican operaciones modificativas, frente a las reclasificaciones contables que implican operaciones puramente permutativas.

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Esperamos que este post sobre reclasificación contable y sus diferencias con los ajustes contables te haya resultado interesante y de utilidad para saber cuándo aplicar estas operaciones y de qué manera.
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